¿Cómo podemos hacer desconexión digital trabajando en casa?

9 de Noviembre de 2020 Assetia Real Estate


Fuente: Fotocasa

La crisis global generada por la pandemia de la COVID-19 ha provocado hasta la fecha la destrucción de más de 77 mil empresas en España desde el mes de febrero, de las cuales casi el 99% son pymes. Se trata de una cifra preocupante y sin precedentes, si tenemos en cuenta que la crisis comprendida entre 2008 y 2012 acabó con unas 95 mil empresas. Es decir, en menos de un año han quebrado casi la misma cantidad de compañías que lo hicieron hace una década en cuatro.

Aunque la mayoría de gobiernos ha impulsado medidas para paliar la crisis y ralentizar el impacto económico que está generando a nivel mundial, estamos ante un momento alarmante y con un futuro difícil de pronosticar. Dejando de lado este duro golpe económico para las empresas y los mercados de valores, la pandemia está afectando también a miles de millones de personas en todo el mundo.

Es por este motivo que las compañías deben proteger también a sus trabajadores y ofrecerles seguridad y comprensión, aunque para muchos líderes empresariales se trata también de algo excepcional, partiendo de los estándares de las crisis anteriores. Es también todo un reto para ellos, que pondrá a prueba, entre muchas otras cosas, su capacidad de liderazgo.

Escuchar y comprender a los trabajadores

Hace unos días, dos organismos de las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo y UNICEF, destacaron la importancia de que los trabajadores reciban apoyo incondicional por parte de las empresas, para mitigar las consecuencias y los efectos colaterales de la pandemia.

En un comunicado conjunto, ambas emitieron un listado de recomendaciones que las compañías y los gobiernos deberían aplicar para ayudar y dar respaldo a los empleados. Cabe destacar que muchas de ellas ya lo están haciendo y que desde el inicio de la crisis mostraron todo su apoyo a los trabajadores.

En primer lugar es imprescindible que los líderes empresariales se muestren predispuestos a escuchar las necesidades de sus trabajadores y se comprometan a ayudarles. Y es que sus decisiones pueden cambiar el paradigma y hasta el futuro de miles de familias, que ya de por sí sufrirán durante años los efectos de la pandemia.

Para que esto suceda tiene que haber una comunicación clara y sincera entre empresario y trabajador. Y a su vez, con los respectivos gobiernos, que son los que tienen las riendas de la economía de cada país y quienes determinan las ayudas que recibirán tanto unos como otros. Y es que ninguna crisis se puede superar si no es mediante la unión de fuerzas.

En este sentido, es básico empezar por fortalecer las políticas sociales, o medidas de protección social de los gobiernos hacia las empresas, para que estas puedan mantener el mismo número de trabajadores y les paguen a tiempo; y en caso de no poder hacerlo brindarles apoyo financiero a quienes pierdan su empleo.

Flexibilizar horarios y apostar por el teletrabajo

Por su parte, las empresas, reciban o no ayudas del gobierno, deberían dar cierta seguridad a sus trabajadores y, como apuntábamos, apoyarles en todo lo que esté en sus manos. A parte de flexibilizar horarios y dar prioridad al teletrabajo, deberían contemplar caso por caso, para evitar que ninguno de sus empleados o sus familias caigan en riesgo de pobreza o exclusión social, si su trabajo se viera afectado.

Asimismo, deberían estar al corriente de si hay algún caso de dependencia en algún miembro la de la familia de alguno de los trabajadores, así como personas con algún tipo de discapacidad o, familias monoparentales, entre otros, que, por su condición, pueden tener más dificultades económicas.

En caso de que el teletrabajo no fuera posible, la empresa debe seguir todos los protocolos de higiene y seguridad y dárselos a conocer detalladamente a toda la plantilla. Asimismo, debe alentar a sus trabajadores a acudir al médico en caso necesario y a informar a la empresa de su estado de salud, sin que ello repercuta en su trabajo.

Otra de las medidas que las empresas deberían considerar seriamente es la de ofrecer ayuda psicológica a toda su plantilla, sea cual sea su situación. De hecho, varias compañías españolas ya están ofreciendo a sus trabajadores, e incluso a sus familiares directos, sesiones con psicólogos que les acompañan durante el proceso y les facilitan pautas para poder sobrellevar la situación de la mejor manera posible.

También es importante mantener al equipo unido. La dirección tiene que velar para que, a pesar de la situación, sus trabajadores quieran seguir formando parte de la empresa y se sientan apoyados por esta. Muchas personas han tenido que pasar la cuarentena solas en sus casas y la mayoría siguen teletrabajando, por lo que la sensación de pertenecer a un grupo es más importante que nunca.

Informar a los trabajadores

En la misma línea, la empresa debe procurar mantener a los trabajadores informados en todo momento sobre la situación de la compañía y sobre todas las medidas que vaya aplicando. También es quizás un buen momento para la autocrítica; para evaluar si las que se estaban llevando hasta ahora eran o no las óptimas y ya proveían al trabajador y a su familia el suficiente apoyo.

Y por último, la empresa tiene que garantizar la desconexión digital durante los periodos de descanso, lo que implica que tiene que respectar la duración máxima de la jornada laboral establecida. Es decir, que los empleados tengan derecho a no contestar a mensajes, correos electrónicos, Whatsapps, etc. fuera del horario de trabajo. Este es, de hecho, un derecho más necesario que nunca que toda empresa debería respetar.